Somos una marca costarricense que nació en el 2021 como un pasatiempo de pandemia, pero poco a poco nos hemos convertido en mucho más que eso.
Actualmente todo lo hacemos entre 2, y aunque a veces trabajamos más de lo normal, lo disfrutamos muchísimo.

Equipo:

Historia:

La idea nació cuando yo (Josu) estaba en la universidad. En ese tiempo sobrevivía con una beca y comprar ropa era un lujo que no podía permitirme muy a menudo, así que en un intento de verme diferente, comencé a hacer tie dyes. Aunque ahí nació la idea de hacer mis propias camisetas, en ese momento no tenía tiempo ni energía para llevarla a cabo.

Mucho tiempo después, encerrado por la pandemia, recordé la idea de hacer camisetas. En ese tiempo también me empezó a gustar la fotografía, entonces supuse que si hacía la marca, podría aprender un poco de todo. Ya estaba trabajando con Arroz con Mango, una organización sin fines de lucro que ayuda a personas en situación de calle. Fue ahí donde uní todas las partes y nació MALAVIDA.

En mayo (2021) hice el primer pedido de camisetas de prueba sin tener una idea de lo que me esperaba. En ese mismo tiempo monté una página web e hice las primeras ventas a mis amigos. El 23 de junio fue la primera venta oficial. Me acuerdo que eran las 11 pm y un mae escribió por Instagram. Lloré de felicidad, y al final, esa fecha es en la que celebramos los aniversarios de la marca.

En abril (2022) vi la primera camiseta en la calle, fue un momentazo, y todavía me sigo emocionando igual cada vez que veo a alguien usando algo nuestro. En ese tiempo la marca estaba creciendo y ya la mitad de mi clóset no era suficiente para tener el inventario. En junio decidí independizarme de mis amigos para que MALAVIDA pudiera tener su propio espacio. Desde ese momento supe que el siguiente paso era contratar a alguien. Ya no me estaba alcanzando el tiempo y tampoco podía renunciar a mi trabajo. Ese año dormí poco y trabajé mucho.

En marzo (2023) llegó Ney (a.k.a la jefa) y mi vida tuvo un respiro. En mayo superamos las 1,000 ventas, otro momentazo en mi vida. Suena fácil, pero ni cerca. Este año comencé a tener pensamientos impropios de renunciar a mi trabajo y dedicarme 100% a la marca, pero aún no era el momento.

A inicios del 2024 acepté que quería complicarme la vida y renuncié, un movimiento lleno de incertidumbre y miedo. Y por aquí vamos, esperando que todo siga fluyendo tanto como hasta ahora...